A nivel mundial, existen más de 200 normativas reguladoras del seguro

La responsabilidad del empresario en el ámbito internacional

En los contratos de seguro se debe incluir una cláusula de nombramiento de peritos
En los programas de seguros internacionales hay que conocer la normativa de seguros de cada país en donde está ubicado el riesgo.
Objetivo: 

ORIENTADO A EMPRESAS NACIONALES CON PRESENCIA INTERNACIONAL

Analizar la responsabilidad del empresario en el ámbito internacional: ¿cómo se gestiona este riesgo?, ¿qué coberturas deben contratarse?, 
¿cómo se resuelven los siniestros? 
 

Tras la pausa veraniega, el 3 de octubre se han reiniciado los Diálogos 2020. La sexta sesión, celebrada como es costumbre en la Facultad de Derecho de la UDC, versó sobre “La responsabilidad del empresario en el ámbito internacional”. En esta ocasión, contamos con la participación de dos grandes expertos: D. Jesús Bueres García-Junceda, Head of Market Management & Communications de ALLIANZ GLOBAL CORPORATE, y D. Jaime Jaque Barbero, Socio Director en ABACO INTERNATIONAL LOSS ADJUSTERS.

La primera intervención fue realizada por el señor Bueres, que mediante una imagen de la costa gallega, hizo meditar sobre cómo enfrentarnos al negocio internacional. Según este experto existen dos caminos: uno de ellos nos conduce al desastre y el otro es el camino de la oportunidad. Dado que a día de hoy la internacionalización de las empresas es algo inevitable, la vía del desastre ha de ser evitada y, para ello, nos propone el conocimiento como herramienta combativa.  

El empresario envuelto en un proceso de internacionalización ha de enfrentarse a muchas preguntas y dudas relacionadas con la transferencia de los nuevos riesgos a los que se enfrenta. ¿Tengo que contratar un seguro de salud para mis trabajadores expatriados? ¿Cuál es el régimen de responsabilidad del empleador en el país donde quiero comenzar a desarrollar mi actividad? ¿Cuáles son las pólizas de accidente que debo contratar? ¿Existen pólizas de seguro obligatorias que afecten a mi sector? La respuesta a todas estas preguntas es difícil de encontrar sin asesoramiento experto. Apunta el Sr. Bueres que existen más de 240 normativas reguladoras del seguro a nivel mundial, más de 190 regulaciones nacionales y más de 50 estatales dentro de Estados Unidos. Obviamente no es necesario, ni posible conocerlas todas. Lo importante es saber a quién preguntar. 

Dentro de esta multitud de reglamentaciones distintas del seguro, el Sr. Bueres recuerda que existen dos grandes tipos de normativas: las de los países con regulación non-admitted y los admitted. El primer tipo no hace referencia a estados en los que el seguro no está permitido, sino que en un país con este tipo de regulación se exige que la póliza tenga un asegurador local. Así pues, “no puedo pretender que el seguro de España sirva para cubrir riesgos en este tipo de países; necesito articular una fórmula que me sirva para dar cobertura a esos riesgos sin incurrir en ilegalidades que puedan poner en peligro mi actividad”. Con este objetivo se utilizan los llamados programas internacionales de seguros. 

A la hora de articular un programa internacional de seguros, existen diversas opciones a disposición del empresario. Con carácter general, el Sr. Bueres recomienda ante todo que la empresa busque la seguridad contractual. En esta búsqueda, ha de tenerse en cuenta que la cobertura muchos riesgos no es admitida por igual en todos los países, así como que cada país cuenta con su jerga legal y aseguradora propia. Por ello, siempre es recomendable definir en los contratos las condiciones del seguro, de conformidad con los estándares y usos locales, escapando de las pólizas-espejo (las que son una mera traducción literal de las que se emplean en un país a la lengua del otro). Del mismo modo, el ponente manifiesta una opinión negativa de las denominadas “cláusulas de interés financiero” que considera un instrumento poco claro y susceptible de ser considerado un fraude, un modo de ocultar un contrato de seguro típico non-admitted, bajo una fórmula difusa, que plantea problemas de determinación, tanto en cuanto al riesgo que cubre como en cuanto a su ámbito de aplicación. 

A continuación, la intervención del Sr. Jaime Jaque se centró en el análisis, desde un punto de vista práctico, de las distintas fórmulas genéricas por medio de las que se puede proceder a la gestión de siniestros ocurridos en un contexto internacional. Desde su experiencia en el mundo pericial, nos ofreció una exposición muy dinámica sobre las ventajas e inconvenientes de cada modelo de gestión. 

En primer lugar, se refirió al “modelo de gestión descentralizado”, que se basa en el uso de profesionales y empresarios locales para gestionar los riesgos en cada uno de los países en los que opera el empresario internacionalizado (aseguradores, corredores y peritos). La ventaja es que las pólizas están redactadas según la costumbre, lenguaje, precio y reglas locales. Sin embargo, dentro de las desventajas de este modelo destacó el ponente que, en el mismo, la empresa tiene altísimas posibilidades de tener un mapa de riesgos totalmente descompensado, con diversos niveles de exposición en función de la cultura y la personalidad de los agentes locales que de cada país o región.

Seguidamente, se analizó el “modelo de gestión centralizado” que se caracteriza por el control absoluto de la gestión de los riesgos por parte de la empresa desde su lugar de origen. Es típico de este modelo contratar programas internacionales con la pretensión de tener una cobertura idéntica o muy similar en todos los países en los que se opera. La ventaja es que, a pesar de que la empresa tenga presencia en muchos países, las pólizas son muy similares y el mapa de riesgos es único y coherente con la estrategia del empresario. No obstante, este modelo de centralización provoca que se pierda el conocimiento local y que se trate de obtener coberturas o de realizar operaciones de transferencia de riesgo prohibidas o legalmente restringidas en el mercado del país extranjero en el que se desarrolla actividad comercial. Otra de las desventajas señaladas es el tiempo de respuesta en caso de siniestro. Si la empresa no cuenta con una organización muy bien definida y de rápida actuación, la centralización provoca dilaciones en el tiempo de respuesta derivadas de la complejidad de las comunicaciones. 

El último modelo al que aludió el Sr. Jaime Jaque es el “modelo de gestión mixto”. Este modelo es una mezcla del modelo descentralizado y del modelo centralizado. Consiste en la utilización de una combinación de pólizas internacionales y pólizas locales, buscando optimizar el sistema mediante la adaptación del tipo de póliza a emplear con las dificultades que plantea cada uno de los riesgos a cubrir en los diversos países en los que se opera. Con este sistema se busca la homogeneidad y la coherencia del mapa de riesgo de la empresa, al tiempo que se mantienen las ventajas de los asesores y las pólizas locales en aquellos ámbitos en los que estas ventajas se dan con mayor intensidad. El modelo de gestión mixto es el preferido por las grandes empresas.

El coloquio tras la exposición de los ponentes fue intenso y de gran interés. Tres cuestiones fundamentales fueron las que abarcaron la mayor parte del debate. En primer lugar, los expertos y asistentes señalaron la importancia de contar con un protocolo de gestión para hacer frente a los siniestros. Este protocolo ayuda a proporcionar una respuesta rápida que puede eliminar un 80% de los problemas que se derivan del siniestro. 

En segundo lugar, se debatió sobre la pertinencia de contar con peritos consensuados. En concreto, el diálogo se centró en la importancia -como parte del protocolo de gestión- de fijar y acordar peritos (normalmente tres) con la aseguradora. Los presentes sostuvieron que es importante contar con peritos de confianza y consensuados. No obstante, este acuerdo no impide nombrar un perito de parte si el siniestro así lo exige.

Finalmente, el debate se cerró con el papel fundamental que juega la transparencia y comunicación entre el asegurado y el asegurador. Tanto expertos como asistentes están de acuerdo con la necesidad de evitar el secretismo. De este modo, podemos asegurar que las tres partes (aseguradora, asegurado y peritos) convienen que una comunicación sincera favorece el diálogo de expectativas para todas las partes. 

Marta Cernadas Lázare
Investigadora del Grupo de Investigación “Empresa, Consumo y Derecho” (UDC)