La gestión de los riesgos extraordinarios. El papel del Consorcio de Compensación de Seguros

La sesión de Diálogos 2020 celebrada el 25 de abril en el edificio de sesiones de la Autoridad Portuaria de Vigo tuvo como protagonista a Flavia Rodríguez-Ponga Salamanca, Directora General del Consorcio de Compensación de Seguros.

Se inició la intervención explicando el papel del Consorcio, la cobertura ante las catástrofes y los modelos de gestión de siniestros. Además, se abordó el rol del Consorcio como institución y centro de información que divide en tres sus funciones al servicio del mercado asegurador español: funciones aseguradoras permanentes, funciones no aseguradoras y otras funciones aseguradoras. 

En cuanto a la cobertura de catástrofes en España, hizo alusión a la modificación en 2002 de la cobertura de los riesgos extraordinarios sobre las personas y los bienes, encomendada al Consorcio y que desde dicho año recoge la pérdida de beneficios como consecuencia de estos acontecimientos extraordinarios. 

Se procedió a detallar qué se considera un riesgo extraordinario, que se englobaron en dos grupos: los fenómenos naturales y los fenómenos sociales y políticos. En primer lugar, los naturales incluyen inundación, terremotos y maremotos, erupciones volcánicas, tempestad ciclónica atípica (tornados y vientos mayores a 120kmh/h) y caída de aerolitos. En segundo lugar, los fenómenos sociales o políticos recogen al terrorismo, motín, tumulto popular, rebelión, sedición y actos de las fuerzas armadas en tiempos de paz.

La Directora reiteró un punto básico en lo que concierne al sector “hay que conocer bien qué contiene nuestra póliza, estudiar la cobertura, realizar un análisis del riesgo y ver qué se puede asumir”. La cobertura está obligatoriamente ligada a las pólizas ordinarias de determinados ramos de daños en personas y en los bienes. 

El recargo sobre los riesgos extraordinarios se aplica sobre el capital asegurado de la póliza ordinaria. El Consorcio se ajusta a lo establecido en la Ley de Contrato de Seguros, y a las condiciones de dicha póliza, en cuyo recibo podemos observar el recargo oportuno y obligatorio que el CCS ha reducido. La reducción de tarifas aplicable a partir del 1 de julio de 2018 tiene su razón en que las reservas han alcanzado la solvencia requerida para los gastos cubiertos. 

El CCS no limita sus funciones a asumir el coste económico de la catástrofe, sino que gestiona el siniestro en cuanto a la entrada de reclamaciones, organización del trabajo pericial y tramitación de las trasferencias bancarias. En términos de definición de zona de cobertura y tramitación y gestión de la TCA, el Consorcio trabaja de la mano de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), encargada de la elaboración de los informes. 

Finalizadas las intervenciones, se abrió el turno de coloquio con los asistentes, donde Francisco Infante, Delegado Territorial en Galicia de la AEMET, explicó que como Autoridad Meteorológica del Estado emite los informes que condicionan el pronunciamiento del CCS, ya que es la manera de conocer la existencia de una TCA en un municipio. Se reafirma en que dichos informes requieren un proceso complejo con una media de duración de uno a dos meses: “en situaciones como las vividas recientemente en Galicia, con la acumulación de numerosas siniestralidades, se multiplicó la obtención de datos, complicando la realización de los informes, que tratamos de emitir –siempre- en el menor tiempo posible.”

Por otra parte, tanto Lourdes Freiría, gerente de riesgos de Grupo San José como Santiago Llovo, Jefe del Servicio de Gestión de Riesgos y Seguros de la Xunta de Galicia, entraron en debate con Flavia en cuanto a la posibilidad de agilización de tiempos de las tramitaciones y gestiones, aludiendo a que en la mayoría de los casos la gestión es con la persona final la cual desconoce de qué se trata y sería mejor gestionarlo en tal caso con la compañía.

Una vez finalizado el coloquio, tomó la palabra Adolfo Campos, que dio por finalizado el acto.